Se acabó el verano. Por fín puedo quedar con la peña y salir en grupeto. Estamos Kiko, Carlos, Dani, Palentino, Santi Josemi y Rubén. Nadie tiene ruta preestablecida, así que Carlos propone.
Parecemos nuevos... nos dejamos engañar y la proposición parece potente (se supone que queríamos ir tranquis, en plan de rodar pa ir poniéndonos a tono). La ruta es a Punta Molinera, pero como la pista de Peñarroya la imaginamos embarrada, somos tan chulos que por Fuentespalda. Ya se sabe, con el sector camionero las fotos son on board... eso de buscar un buen encuadre o que se vea tal pico al fondo, pa otro día.
Parecemos nuevos... nos dejamos engañar y la proposición parece potente (se supone que queríamos ir tranquis, en plan de rodar pa ir poniéndonos a tono). La ruta es a Punta Molinera, pero como la pista de Peñarroya la imaginamos embarrada, somos tan chulos que por Fuentespalda. Ya se sabe, con el sector camionero las fotos son on board... eso de buscar un buen encuadre o que se vea tal pico al fondo, pa otro día.
Pa calentar la subidica por San Pere. Cada uno a su ritmo y algunos subiéndola con EL PLATO GRANDE!!!! ("no me apetecía cambiar en el repecho..." fueron sus palabras). El día amenaza lluvia, pero va mejorando conforme pasan las horas. De Fuentespalda bajamos a cruzar el Tastavins y toca la gran pechada del día.
La aproximación a puerto se hace charrando aunque la foto de arriba demuestra que alguno no lleva buena cara. Sólo los mozos de Belmonte son capaces de acostarse a las seis, levantarse a ver a un grupo de estos que representan batallas antiguas. Perdón, dije levantarse, o será que le pegaron cuatro cañonazos en la puerta de casa. Y sin dormir cascarse este etapón.
Siempre hay alguno que se aburre en los repechos y utiliza la conocida técnica de los saltitos para que su garmin marque más desnivel acumulado que los del resto (es lo que dedujimos con Carlos tras contrastar informaciones posteriores). Toca empezar el gran puerto de la jornada.
Rampas potentes de aproximación y para terminar la temida rampa de cemento, 300 m con un desnivel del 16% para terminar con una rampa que llega a marcar un 26%). El sol se ha animado y nos acompaña. Nos llama Kiko que ha fundido los piñones y Josemi se queda con él. Ambos se dan la vuelta.Yo tengo prisa así que los cinco descendemos a buen ritmo. Al llegar a la Torre del Visco parada a repostar y yo abandono al grupo que ya voy con el tiempo muy justo. Al final objetivo cumplido. Entro a casa a las 7:05. No está mal la etapa, para ser pretemporada. Salud y pedales.
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