Esta primera foto resume nuestro finde en Bielsa. Paisaje pirenaico en estado puro.
El batallón de Matarrañabikers ha quedado un poco mermado a última hora y por poco no queda en trío a última hora. Acudimos a la cita con el Piri, Fede, David, Castro y Rubén.
Único tramo peleón de la subida
La idea es hacer tres rutas de la zona zero; el pico Comodoto, la canal del Cinca y el ibón de Plan o Basa de la Mora.
Nos alojamos en el hotel Bielsa. Elección más que acertada, precios muy económicos, habitaciones grandesy confortables y unas comidas (en este caso cenas y desayunos) INSUPERABLES.
A nuestra dcha, La Estiva
Salimos a las 8 de la mañana del sábado dirección al camping de Pineta (hacemos el tramo en coche, pues no hemos sacado las bicis de los maleteros). Desde allí comienza una ascensión hacia el pueblo de Espierba por crta. Una vez pasado el pueblo ésta se convierte en pista forestal. Su pendiente es llevadera y salvo algún tramo peleón, se deja hacer facilmente (nada que ver con las pendientes que a veces nos encontramos en Los Puertos). La mayor dificultad la encuentra Fede al piropear a unas "azafatas" y meterse en un jardín.
En la cota 1900 nos abandonan los abetos para dar paso a las praderas alpinas. La pista sube hasta el pico de La Estiva.
Como los niños, a jugar con la nieve
En uno de esos parajes que no olvidaremos en mucho tiempo, se presenta ante nosotros una pradera impresionante con alguna marmota que nos saluda y se esconde.
Así imagina uno el paraíso
Al final de la pradera, tomamos la GR11 dejando a nuestra izquierda el Pietramula y mostrando a nuestra dcha el Comodoto.
Sin comentarios...
Castro empujando su burra por la GR
Toca porteo, unos 300m de desnivel que poco a poco vamos superando. Dejamos la GR en el collado para girar 90º a nuestra dcha y atacar el Comodoto.
Esquivando neveros
La subida es bastante sencilla, aunque también empinada. No tiene pasos complicados, salvo alguno de roca mojada y algún pequeño nevero que queda todavía.
Última cresta antes de cumbre
A disfrutar y hacer fotos como locos
Foto de rigor, a este paso tendremos que llevar una banderola
Fede analizando la subida, la pradera que hemos atravesado y el collado entre el Comodoto y el Pietramula
David disfruta del paisaje
Una vez comidos y abrigados hay que emprenderla y disfrutar.
En esta foto se aprecia la cuerda perfectamente
Vamos a bajar por una cresta verde preciosa. A nuestra dcha el valle de Pineta y a nuestra izq el barranco de Pietramula.
Marboré y el collado de los Astazu al fondo
Praderas disfutonas para termina en una zona de pizarras que se dejan hacer, salvo un tramo, eso sí, siempre que no estén mojadas.
Fede se encamina al Dragón Khan mientras David le observa
Castro se desmadra. "¿Controlabas la bici?" le pregunta David. Castro repite esa frase tan pronunciada a altas horas de la madrugada "Si, si que controlo..."
Una vez allí hay que superar un tramo de pradera con bastantes escalones pero muy asequible. Para entrar finalmente en una senda disfrutona que baja hasta la pista de Espierba.
En el mismo pueblo, giramos a dcha y esta vez toca disfrutar a lo loco por una senda que nos deja en el mismo Camping.
Pocas veces le queda a uno recuerdos de una excursión como esta foto.
En resumen, ruta muy asequible y con unas vista insuperables sobre el valle de Pineta. Lástima que la niebla nos impidió disfrutar del Monte Perdido, hubiera sido la ruta perfecta. Lo dejamos como excusa para repetir en otra ocasión con los que no han podido estar.
LA CANAL DEL CINCA
Dolmen de Tella
Por la tarde causo baja. Una infección en la traquea me impide seguir ciclando, el antibiótico y el doping funcionan, pero tienen límites. Les propongo al resto hacer de taxista y que ellos realicen una que dejamos a medias hace dos años. La canal del Cinca, que discurre paralela a la crta que une Aínsa con Bielsa. Tiene tramos espectaculares y con un patio no apto para los que tengan vértigo
En la foto no se aprecia el patio, pero la sirga está por algo
La experiencia es positiva aunque el trío indestructible me cuenta que los senderos finales (que se suponían disfrutones) se hacen demasiado duros por la cantidad de piedra suelta. Castro se acordó de las madres de sus compañeros y del taxista que había propuesto la ruta. El cansancio hacía mella y como le decía David -"esta bajadita y ya estamos..."
Queremos terminar el finde con un clásico. Esta vez buscamos hacer más turismo que enduro, y no podemos irnos sin subir al que es uno de los más bellos exponentes de ibón pirenaico.
Partimos del pueblo de Saravillo y a subir al trantran por pista en inmejorables condiciones.
Tampoco muestra desniveles exigentes y son unos 13 km. El suelo, inmejorable
Paredes verticales frente a nosotros
Incluso hay un tramo con alguna bajada y bastantes falsos llanos para descansar.
Castro dándolo todo
Poco a poco dejamos el pino para adentrarnos en un impresionante bosque de abetos (cuanto me arrepiento de no haber fotografiado sus hojas) con dos tonalidades preciosas de verde. El claro de las hojas nuevas y el más oscuro de las veteranas.
David coronando el collado
Una vez llegamos al Collado del Ibón disfrutamos de hermosas praderas verdes tamizadas con infinidad de colores de otras tantas flores que muestran su esplendor en esta época del año. Como dice Castro, "aquí si que se notan las estaciones". Charradeta y a abrigarse, aunque el tiempo es fenomenal. Queda kilómetro
y medio de senda y praderas que disfrutar antes de llegar al tesoro.
Algún paso peleón entre rocas y disfrutón por praderas nos conduce al ibón. Una vez allí, comer, disfrutar, tirar doscientas fotos que son gratis y calzarnos las protecciones que queda la bajada.
Mi idea al proponer esta ruta no era la de disfrutar con el descenso.
Había leído que en su comienzo era bastante duro y peleón con tramos de
roca y raíces a partes iguales. Si bien es cierto la verdad es que
empizas a descender por alguna pradera a velocidad vertiginosa. En una
de ellas Castro trató de provocar un penalti, pero el árbitro le indicó
que se trataba de un claro piscinazo por lo que tuvo que seguir jugando.
Últimos metros antes del objetivo
Había tramos peleones sobre todo por las rocas, aunque es cierto que
este descenso con agua tiene que dar mucho miedito. Poco a poco le vas
cogiendo el gusto y como no tenía interrupciones y David estaba desatado
lo bajamos como posesos y lo difrutamos de verdad, incluso tiene algún
pequeño salto con una estupenda recepción. Llegamos a Saravillo hartos
de gozar. Para mí fue uno de esos descensos en los que tienes la
sensación de haber bajado más que subido, y mira que eso es raro y pasa
pocas veces. Final apoteósico que nos deja más que satisfechos. La etapa
en plan tranqui son 3 horas y media.
No queremos perder mucho tiempo así que para casa. El día anterior habíamos echado unas cervezas en el hospital de Tella al acabar la etapa en un lugar cuyo nombre se me hace familiar "Casa Rubén". El lugar es muy agradable con terraza exterior. Castro había leído que era un asador y propone comer allí. Nos sale redonda la jugada, arroz con verduras y churrasco y cordero para terminar el finde. Con lo cual conseguimos otro de los objetivos de estas salidas. Volver con más peso del que salimos. Doy fe de que lo hemos conseguido.
Como siempre, dedicar esta crónica a los que no han podido estar, que sepan que nos acordamos de ellos y que cualquier excusa será buena para repetirlas.
Salud y pedales